28 de enero de 2011

El nacimiento de un blog

España anda revuelta. Elecciones en mayo y el partido que gobierna empeñado en perder por goleada. Y el que quiere gobernar esperando a que le dejen ganar, metiéndose goles incluso en propia puerta. El panorama es desolador. Un 20% de paro (Estados Unidos ronda el 9.5% y se suben por las paredes), incremento de los impuestos, bajadas de sueldos a funcionarios, congelación de las pensiones, una reforma laboral que no contenta a nadie, una organización autonómica en la que la gente ya no cree, corrupción política a raudales, autonomías económicamente quebradas (sólo así se explican los “bonos patrióticos”), la educación a la cola de Europa, etc.

Y lo que nos queda: el temido rescate económico de España es todavía una posibilidad, la explosión de la burbuja inmobiliaria no ha hecho más que empezar, la mayoría de las cajas son insolventes y pretenden sacarlas a flote con nuestro dinero, el caso Faisán parece que va a ver la luz, la ley Sinde es recuperada por unos tipos a los que les hablas de la red y se piensan que vas a pescar atunes, y así podemos seguir y seguir y seguir. Y todo es susceptible de empeorar porque ¿qué se ha hecho para cambiar el modelo económico? Para crear empresas, para que sean productivas, para que se genere empleo. Nada. Sólo se han puesto parches para intentar capear el temporal pero no se ha hecho nada racional que nos haga ver el futuro con optimismo (hace poco el presidente Zapatero avisaba de que nos quedaban al menos cinco años para superar la crisis -sí, esa que no existía- cuando Alemania ya está creciendo a un ritmo que no se recordaba desde la unificación, hace 20 años,... y va el tío y ¡no dimite!). Tiene razón Pérez Reverte cuando dice que quiere ver cómo termina todo esto. Que no se lo perdería por nada del mundo. Nosotros tampoco. Porque nos vamos a divertir.

El mundo también anda revuelto. Así, en Asia, el último conflicto heredado de la Guerra Fría, el de Corea, amenaza con estallar en cualquier momento. La guerra de Afganistán parece no terminar y la posibilidad de que el enfrentamiento con los talibanes se extienda al vecino Pakistán está ahí. El siempre presente conflicto de Oriente Próximo amenaza con durar otros cincuenta años con la seria posibilidad de que Irán alcance la tecnología nuclear lo que, sin duda, agravaría mucho la situación. Y no podemos olvidarnos de China, un país que no quiere ni oír hablar de respeto a los derechos humanos pero que en los próximos años se situará en el primer plano de la economía mundial.

África está parecida. La revolución de Túnez amenaza con extenderse al resto de los países del Norte de África, sobre todo Argelia y Egipto. Somalia y la piratería es un problema no solucionado que volverá a darnos que hablar. Las débiles democracias del África Central penden casi todas de un hilo que puede romperse tras unas elecciones, como ha pasado en Costa de Marfil. Y qué decir del conflicto del Sáhara y la impresentable represión marroquí a la que nuestro gobierno, en una de las actuaciones más cobardes que se recuerdan, no ha dicho ni pío. También volverá a ocupar portadas.

Y ¿Europa y América? ¿Están mejor? Relativamente. En Europa parece que ahora sólo preocupa el tema económico. Con dos países intervenidos y tres (Portugal, Bélgica y España) con serias posibilidades de serlo en Bruselas se trabaja para evitar la catástrofe. Y en América, la situación es similar. La economía estadounidense no acaba de despegar. México, a pesar de haber involucrado al ejército, no puede con los cárteles de la droga que cada día siembran el país de cadáveres, de tristeza y de dolor. Centroamérica parece en calma, aunque Nicaragua ha invadido una parte del norte de Costa Rica, un país sin ejército, sin que la comunidad internacional haya acometido acciones de presión importantes para que Nicaragua deponga su actitud. Y la tranquilidad en la que ahora está inmersa América del Sur dependerá de las necesidades políticas de Hugo Chávez y de la capacidad que tenga para financiar gobiernos populistas con los petrodólares.

Visto cómo tenemos España y cómo está el mundo, nos sobraban motivos para crear un blog. Para poner por escrito las tertulias políticas y sociales que tenemos cuando tomamos un café en el bar. Porque de todo eso es de lo que vamos a escribir aquí. De política, de sociedad, de economía y de historia sobre todo. Aunque seguro que también tocamos otros temas. Porque nos apetecerá decir algo sobre cine o deportes o viajes. Seguro. Y a todos ellos cada autor le dará su visión personal.

De todas formas que quede claro que no pretendemos polemizar. Tan sólo contar lo que pensamos. Que la gente que tiene que tomar decisiones vea que ya no nos creemos lo que nos quieren hacer creer porque hay canales de información alternativos que no pueden controlar. Sí, me refiero a internet. Y es que internet también va a llenar páginas en este blog porque es el futuro. Y ahora mismo el futuro (ése futuro que estamos construyendo con nuestro presente) es lo único que importa.